domingo, 2 de marzo de 2014

Vivir en el anonimato




Nietzche afirma que la modestia es una gran mentira…admirable tal vez si tiene límite, como lo es para mí la alabanza, aunque digo que en voz propia… envilece, cierra puertas y ventanas, despierta pasiones encontradas, envidia, frustración ... aparejadas.
Vanidad absurda y modestia persistente, separadas por un abismo sin aprender a situarse… no logran ubicarse en el justo medio del valor o la cobardía.
¿Qué falta…? Tal vez apreciación cierta de la real valía sin lesionar vanidad ni modestia.
Falsa modestia... que esconde cualidades. Cobarde sentimiento injusto que no permite dar a conocer lo que se es... lo que se tiene... lo que se sabe.
“Por sus obras los conoceréis” …dice la Biblia. ¿Cómo dar a conocer las mejores obras…? …¿Dónde? …¿Sin despertar envidia…ni ser ególatra, o hacerse esclavo de la vanidad?
Vivir en el anonimato, o… casi, es depender de estribos inferiores, disponibles, perennes pero fríos, porque la vida…la vida es una constante duda entre el recato y la jactancia.

Es entonces cuando el anonimato se convierte en el mejor escudo contra la envidia, la maldad. Es entonces cuando uno debe mostrarse al mundo con esa falsa modestia que le permitirá subsistir. Es entonces cuando se cumple la locución del comediógrafo latino Tito Macio Plauto  en su obra Asinaria, donde el texto exacto dice: "Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit." (Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro).