Época de pena y gloria, evocación
de todo tipo de sentimientos encontrados,
así son las décadas y los lustros, marcan generaciones, tendencias, moda
así como marcan un hito en la historia de la sociedad.
Ésa es precisamente la labor que
le tocó cumplir a un grupo de amigos que se reunieron ajenos a la ambición de éxito, toda una churumbela, una hermosa joya con diez
diamantes, sobrios, delicados pero muy valiosos, ésta es la historia de Los
Churumbeles de España.
El gestor de aquella gran
aventura artística, fue José Fernández Ruiz, nacido el año 1914 en Lorca
(Murcia, España); a los diecinueve años ya se
había revelado como destacado violinista, pues ejercía como primer violín en la
orquesta parisiense de Rafael Canaro. También en Francia —a orillas del Sena—,
alternó Fernández con el quinteto Hot Club, y dos de los jazzistas más influyentes del
siglo, el guitarrista Django Reinhardt y el violinista Stéphane Grapelli.
Los Maestros Cantores, fue el
nombre aquel grupo de amigos convocados por José Fernández, todos talentosos y
además compañeros de infortunio político. Es así que los integrantes originales
fueron además de Pepe Fernández, Fernando Sedaño, José Cañete —bajo, clarinete y
batería—; Ricardo Mallabrera—saxo—, Mario Burrul —pianista— y
Juan Torregrosa —principal cantante—.
Debutaron en Madrid el año 1944
en un famoso colmao, cinco años más tarde, con un renombre destacado, fueron
contratados por el cabaret Montmatre de La Habana, con la firme intención de
crear competencia ante el éxito del cabaret Tropicana, donde el grupo Los
Chavales de España obtuvieron un gran éxito. Aquella oferta les abrió la
oportunidad de emigrar fuera de España evadiendo represalias políticas
derivadas de los círculos republicanos y antifranquistas.
El cambio fue duro, desestabilizó
a la orquesta pues el cantante principal Juan Torregosa, decidió quedarse a
vivir en La Habana. Fernández reforzó el grupo con Medardo Diez —acordeón—,
Luis Companys —violín—, Pedro Montoya y Mario Rey —cantantes románticos—, y
Juan Legido como primera voz. Posteriormente se incorporaron como cantantes
Pepe Marco y Nino de Utrera.
Emigraron entonces Los
Churumbeles de España a Cuba, cosechando éxitos sin par hasta 1950, año en que
fueron a México a cumplir una gira artística conquistando rápidamente a ese
gran público.
Atraparon al público, por su carismático estilo propio. Pepe Fernández y sus músicos necesitaron
un centro de operaciones y
contactos, fue entonces que decidieron
asentarse en México, donde fueron muy ovacionados las centenares de veces que se
presentaron en el Teatro Lírico y en el Hotel del Prado.
En suelo mexicano grabaron su primer sencillo, titulado No te puedo querer, a partir del cual se convirtieron en una de las orquestas de moda en Latinoamérica.
En la década de los 50, figuraron entre los pioneros del bolero moruno, género que plasmaron en canciones como Tres veces guapa, La leyenda del beso y El inmigrante, que se suman a un amplio repertorio de éxitos tales como El beso, Lisboa antigua, Las bodas de Luis Alonso, Doce Cascabeles, La bien pagá, María Dolores, La Virgen de la Macarena, Sin embargo te quiero, Cariño y verdad, Las mujeres feas, El gitano señorón, etc.
En suelo mexicano grabaron su primer sencillo, titulado No te puedo querer, a partir del cual se convirtieron en una de las orquestas de moda en Latinoamérica.
En la década de los 50, figuraron entre los pioneros del bolero moruno, género que plasmaron en canciones como Tres veces guapa, La leyenda del beso y El inmigrante, que se suman a un amplio repertorio de éxitos tales como El beso, Lisboa antigua, Las bodas de Luis Alonso, Doce Cascabeles, La bien pagá, María Dolores, La Virgen de la Macarena, Sin embargo te quiero, Cariño y verdad, Las mujeres feas, El gitano señorón, etc.
La música, letra, y el estilo
propio de cada una de sus presentaciones, internacionalizó su fama, fueron muy
esperados en los centros nocturnos de
Argentina, Chile, Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, El Salvador, Colombia,
Perú, demás países de Latinoamérica y Estados Unidos de Norteamérica, particularmente en prestigiosos
night-clubs de Chicago, Los Ángeles, Las Vegas y Miami.
La orquesta se disolvió en 1966 y su creador, Pepe Fernández se mudó con su familia a El Paso (Texas), cuatro años más tarde retornó a Querétaro, en México, donde falleció el año 2004.
Esta remembranza no estaría completa
si no se hace un justo reconocimiento a la extraordinaria voz de Juan Legido,
el cual —si bien Los Churumbeles ya contaban con fama y prestigio—, Legido,
conocido en el ambiente como “El Gitano Señorón”, inyectó un estilo propio,
auténtico y muy apreciado. Legido ya era un solista famoso, premiado por su
tango “Solo” con el Disco de Oro, asimismo, supo intercalar el canto con la
actuación, participó en varias películas junto a Los Churumbeles de España, y
concedió innumerables entrevistas a programas de radio y televisión. Falleció debido
a un síncope cardíaco el año 1989 a los setenta y tres años, se encontraba en Colombia dentro de la habitación de un
hotel luego de haber concedido una entrevista en vivo durante cuatro horas.
Guillermo Calvo Soriano es el autor de la compilación, edición y selección musical, de los éxitos musicales de Los Churumbeles de España, subida a You Tube.
Fuentes de consulta:
Colección de discos de Los
Churumbeles Familia Durán - Capel
Archivo privado Familia Durán-Capel
Cibergrafía
https://elblogdelbolero.wordpress.com/2008/07/24/los-churumbeles-de-espana-doce-cascabeles/#more-776
*Ivette Durán Calderón es investigadora histórico social, además de jurista.
Muy Buena nota Ivette,cierto fueron impactantes en aquellos años de ensueño del 50,Juan Legido me parece que fue el mejor interprete por su notable vos y estilo a veces como un susurro,tambien me gusto Pepe Marco con sus 23 canciones y exitos de aquella gira.Si fueron como in sueño hecho realidad,hoy dificilmente se puede formar un conjunto asi de grande y completo
ResponderEliminarAguda observación.
ResponderEliminar