viernes, 27 de mayo de 2016

España y sus churumbeles en México ®Ivette Durán Calderón


Época de pena y gloria, evocación de todo tipo de sentimientos encontrados,  así son las décadas y los lustros, marcan generaciones, tendencias, moda así como marcan un hito en la historia de la sociedad.
Ésa es precisamente la labor que le tocó cumplir a un grupo de amigos que se reunieron ajenos a  la ambición de éxito,  toda una churumbela, una hermosa joya con diez diamantes, sobrios, delicados pero muy valiosos, ésta es la historia de Los Churumbeles de España.




 Que nadie es profeta en su tierra, ya pasó a la historia, no siempre ha sido verdad; pero no es menos cierto que se puede brillar y  dejar huella  para la posteridad, allende fronteras, muy lejos del suelo patrio.
El gestor de aquella gran aventura artística, fue José Fernández Ruiz, nacido el año 1914 en Lorca (Murcia, España);  a los diecinueve años ya se había revelado como destacado violinista, pues ejercía como primer violín en la orquesta parisiense de Rafael Canaro.  También en Francia —a orillas del Sena—, alternó Fernández con el quinteto Hot Club,  y dos de los jazzistas más influyentes del siglo, el guitarrista Django Reinhardt y el violinista Stéphane Grapelli.



Los Maestros Cantores, fue el nombre aquel grupo de amigos convocados por José Fernández, todos talentosos y además compañeros de infortunio político. Es así que los integrantes originales fueron además de Pepe Fernández, Fernando Sedaño, José Cañete —bajo, clarinete y batería—; Ricardo Mallabrera—saxo—, Mario Burrul  —pianista— y  Juan Torregrosa —principal cantante—.



Debutaron en Madrid el año 1944 en un famoso colmao, cinco años más tarde, con un renombre destacado, fueron contratados por el cabaret Montmatre de La Habana, con la firme intención de crear competencia ante el éxito del cabaret Tropicana, donde el grupo Los Chavales de España obtuvieron un gran éxito. Aquella oferta les abrió la oportunidad de emigrar fuera de España evadiendo represalias políticas derivadas de los círculos republicanos y antifranquistas.



El cambio fue duro, desestabilizó a la orquesta pues el cantante principal Juan Torregosa, decidió quedarse a vivir en La Habana. Fernández reforzó el grupo con Medardo Diez —acordeón—, Luis Companys —violín—, Pedro Montoya y Mario Rey —cantantes románticos—, y Juan Legido como primera voz. Posteriormente se incorporaron como cantantes Pepe Marco y Nino de Utrera.


Emigraron entonces Los Churumbeles de España a Cuba, cosechando éxitos sin par hasta 1950, año en que fueron a México a cumplir una gira artística conquistando rápidamente a ese gran público.  
Atraparon al público,  por su carismático estilo propio.  Pepe Fernández y sus músicos necesitaron un  centro de operaciones y contactos,  fue entonces que decidieron asentarse en México, donde fueron muy ovacionados las centenares de veces que se presentaron en el Teatro Lírico y en el Hotel del Prado.





En suelo mexicano grabaron su primer sencillo, titulado No te puedo querer, a partir del cual se convirtieron en una de las orquestas de moda en Latinoamérica. 

En la década de los 50, figuraron entre los pioneros del bolero moruno, género que plasmaron en canciones como Tres veces guapa, La leyenda del beso y El inmigrante, que se suman a un amplio repertorio de éxitos tales como El beso, Lisboa antigua, Las bodas de Luis Alonso, Doce Cascabeles, La bien pagá, María Dolores, La Virgen de la Macarena, Sin embargo te quiero, Cariño y verdad, Las mujeres feas, El gitano señorón, etc.


La música, letra, y el estilo propio de cada una de sus presentaciones, internacionalizó su fama, fueron muy esperados en los  centros nocturnos de Argentina, Chile, Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, El Salvador, Colombia, Perú, demás países de Latinoamérica y Estados Unidos  de Norteamérica, particularmente en  prestigiosos  night-clubs de Chicago, Los Ángeles, Las Vegas y Miami.




Los Churumbeles de España interpretaron más de quinientas canciones, grabaron un total de diez discos y vendieron más de diez millones de copias entre 1950 y 1965. Además, el grupo alcanzó el récord de ventas de su tiempo al colocar hasta medio millón de discos sencillos en el primer fin de semana de su lanzamiento. 




La orquesta se disolvió en 1966 y su creador, Pepe Fernández se mudó con su familia a El Paso (Texas), cuatro años más tarde retornó a Querétaro, en México, donde falleció el año 2004.

Esta remembranza no estaría completa si no se hace un justo reconocimiento a la extraordinaria voz de Juan Legido, el cual —si bien Los Churumbeles ya contaban con fama y prestigio—, Legido, conocido en el ambiente como “El Gitano Señorón”, inyectó un estilo propio, auténtico y muy apreciado. Legido ya era un solista famoso, premiado por su tango “Solo” con el Disco de Oro, asimismo, supo intercalar el canto con la actuación, participó en varias películas junto a Los Churumbeles de España, y concedió innumerables entrevistas a programas de radio y televisión. Falleció debido a un síncope cardíaco el año 1989 a los setenta y  tres años, se encontraba en Colombia dentro de la habitación de un hotel luego de haber concedido una entrevista en vivo durante cuatro horas.




Guillermo Calvo Soriano es el autor de la compilación, edición y selección musical, de los éxitos musicales de Los Churumbeles de España, subida a You Tube.
Fuentes de consulta:
Colección de discos de Los Churumbeles Familia Durán - Capel
Archivo privado Familia Durán-Capel
Cibergrafía

*Ivette Durán Calderón es investigadora histórico social, además de jurista.

2 comentarios:

  1. Muy Buena nota Ivette,cierto fueron impactantes en aquellos años de ensueño del 50,Juan Legido me parece que fue el mejor interprete por su notable vos y estilo a veces como un susurro,tambien me gusto Pepe Marco con sus 23 canciones y exitos de aquella gira.Si fueron como in sueño hecho realidad,hoy dificilmente se puede formar un conjunto asi de grande y completo

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