Ahí, anhelando amar, acariciar, abrazar a alguien, acabó
agonizante, Arcadio.
Así aligerado, acaso amó antes. Ahora ante amargas añoranzas,
ahuyenta anhelos, añora amores, ansía amantes. Acaso algunas almas aclaman aún
ayuda ante ásperas alucinaciones, acaso acercan aligeradas aquellos amores
amargos acrecentados ante arteras ausencias, ásperos abrazos, arrumacos
álgidos, ¿acaso así amó Arcadio?
Aplastó amigos, amores, amantes, anhelos, anidando angustia,
acumulando antipatía, arrasando atisbos ardientes agonizantes, altivo, augusto,
astuto, aborrecible. Así amó Arcadio.
Aguanta ahora altivo, antes arrogante, artero; aguanta
Arcadio, aguanta. Acaso acertarás arrodillado ante altares antes abandonados.
Apremia alcanzar aprendizaje, así, ahora ante agonizantes arrepentimientos,
acariciando aromas, abrazando absurdas alucinaciones, anhelando amores, añorando
amantes, ansiando amigos antiguos antes aborrecidos, Arcadio ansía amar.
—Apróntate a alcanzar armonía, alborozo, amor auténtico,
apresúrate amor, acaso alcances absolución, aquí aguardo ansiosa.—Así alucinaba
atormentada Artidia, aquella amante aborrecida, abandonada años antes, aún
amaba a Arcadio.
Ajeno a Artidia, antes amante, ahora amor, acaso amiga, Arcadio
agonizaba… ansioso; agonizaba angustiado, anhelaba amar a alguien
auténticamente, amar acariciando, amar
amando.
¡Wow! Me encantó. Un divertimento de extraordinaria imaginería. Enrique Jardiel Poncela escribió cinco cuentos sin el empleo de una misma vocal en todas sus palabras, pero esto es nuevo. También Oscar de la Borbolla imitó a Jardiel en unos versos malísimos, que sin embargo, son celebrados. ¿Sigue la "b" o la "e"? Felicidades. Seguimos.
ResponderEliminar